La inflación anual en la zona euro volvió a subir en septiembre de 2025 y se ubicó en 2,2%, dos décimas por encima del registro de agosto (2%). Hace un año, el indicador se situaba en 1,7%. Los datos fueron difundidos por Eurostat, la oficina estadística de la Unión Europea.
En el conjunto de los 27 países del bloque, la inflación también mostró un avance: pasó de 2,4% en agosto a 2,6% en septiembre. En septiembre de 2024 había sido de 2,1%.
Las diferencias entre los países siguen siendo marcadas. Chipre registró una inflación nula (0,0%), mientras que Francia se ubicó en 1,1%. Italia y Grecia compartieron una tasa de 1,8%. En el extremo opuesto, Rumanía destacó con el mayor nivel de inflación (8,6%), seguida de Estonia (5,3%), y de Croacia y Eslovaquia, ambas con 4,6%.
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En comparación con agosto, la inflación descendió en ocho Estados miembros, permaneció sin cambios en cuatro y subió en quince, lo que refleja una tendencia ascendente generalizada, aunque con comportamientos dispares.
Al desglosar los factores que impulsaron el índice en la zona euro, los servicios fueron el componente con mayor incidencia: aportaron 1,49% al dato final. Le siguieron los alimentos, el alcohol y el tabaco (0,58%), los bienes industriales no energéticos (0,20%) y, en menor medida, la energía, que tuvo una contribución ligeramente negativa (-0,03%).
El repunte confirma que las presiones inflacionarias persisten en sectores clave del consumo, aunque la energía continúa actuando como freno parcial al incremento general de precios.